miércoles, 3 de enero de 2024

Covadonga, Asturias Lago Enol "Las Margaritas" Leyenda

Lago Enol Covadonga - Asturias



Senda verde, proximidades de La Santa Cueva (Covadonga) cerca de la carretera que sube a los Lagos

LAS MARGARITAS, LAGO ENOL   ¡¡¡LEYENDA!!!







  
Lago Enol  (lagos de Covadonga)


En los terrenos que hoy cubren las aguas del lago Enol, en Asturias, existía en tiempos remotos una majada, donde tenían construidas sus cabanas un buen número de pastores. Cuenta la leyenda que un día se desencadenó sobre aquellos parajes un gran temporal, que obligó a guarecerse a todos los pastores. La lluvia y la tormenta duraron todo el día. En vista de lo cual, los pastores se reunieron al calor de la lumbre para conversar juntos. Estaban entretenidos en animada charla, ya pasada la media noche, cuando se presentó en una de las cabañas una pobre niña, empapada de agua y temblando de frío, que pidió por caridad la dejaran guarecerse del temporal hasta que pasara la noche. Los pastores, burlándose de su temor, la echaron de allí entre groseros insultos. En vano fue que la niña intentara probar suerte en las restantes cabañas de la majada-, la maldad y el egoísmo habían hecho presa en aquellos hombres.


 

























Lago Enol  (lagos de Covadonga)


La niña, perdida en aquellos vericuetos, se alejó sollozando; pero poco a poco se encontró con una gruta en la que la tempestad no parecía azotar con la misma violencia. Penetró en su interior y vio a una bella pastorcita que, hincada de rodillas, rezaba devotamente al Señor para que apaciguara aquel temporal. La niña, entonces, se postró también en tierra para rogar con la misma intención. Después la pastorcita volvióse hacia ella y la saludó cariñosamente. Al ver el lamentable estado en que se encontraba, le ofreció leche y pan, que la niña aceptó con profundo agradecimiento.
Mientras esto ocurría en el interior de la gruta, fuera, la tempestad se embravecía más a cada momento, y el agua caía torrencialmente sobre la majada. Un nuevo diluvio parecía querer inundar aquellos terrenos, como si la naturaleza se hubiera echo eco del desconsuelo de la pobre niña y quisiera castigar la maldad de aquellos pastores.
Así transcurrieron, lentas, las largas horas de la noche, hasta que al fin las primeras claridades del amanecer llegaron a la gruta, y la lluvia, poco a poco, dejó de caer.




  

























Lago Enol  (lagos de Covadonga)

Entonces la niña y la pastorcita pudieron contemplar el horrible espectáculo que se ofrecía ante sus ojos: la majada en la que la pasada noche se alzaban aún las cabañas de los pastores, habíase convertido ahora en un profundo lago, donde no quedaba ni rastro de vida. Ante tan tremendo desastre, la niña no pudo contener su dolor y empezó a derramar abundantes lágrimas, que al tocar el suelo se fueron convirtiendo en margaritas. Unos instantes después desapareció.
La caritativa pastorcita se sintió entonces rodeada de un halo de luz sobrenatural, y una beatífica dulzura que llenaba su alma de intensa felicidad le hizo comprender que había pasado la noche acompañada de la Virgen.

















 


Lago Enol  (lagos de Covadonga)



Lagos de Covadonga


La costumbre de deshojar margaritas


¿Quién de niño o adolescente no ha deshojado alguna vez una margarita preguntándole “me quiere, no me quiere” para saber si era correspondido por la persona amada? 


deshojando la margarita

Se trata de una costumbre muy extendida entre los enamorados. Cuando terminamos de deshojar la margarita, el último pétalo nos da la respuesta. Lo cierto es que si nos paramos a pensar un poco, tampoco tendríamos necesidad de destrozar una margarita, sino que sería suficiente con contar los pétalos. Si el número es par, significa que la persona no nos quiere y si es impar, que sí nos quiere. Sin embargo, aunque este método es más respetuoso con la flor, contar los pétalos no es tan romántico.
También podríamos pensar que todas las margaritas tienen el mismo número de pétalos, pero lo cierto es que no siempre arrojan el mismo resultado. Esto tiene que ver con el hecho de que estas flores sigan la secuencia de Fibonacci, donde cada término se obtiene sumando los dos anteriores. En el caso de las margaritas, hay distintos tipos de ejemplares en función de la cantidad de pétalos, pero siempre siguen esta secuencia (13, 21, 34, 55, 89…). Con lo cual, no podemos saber a ciencia cierta cuando cogemos una margarita cuántos pétalos va a tener. Esto significa que la respuesta siempre será imprevisible.

En cualquier caso, dejando aparte las matemáticas, lo cierto es que deshojar margaritas es una tradición tan arraigada en todo el mundo como enviar rosas rojas el día de San Valentín. Existen diferentes teorías e hipótesis sobre el origen de la misma. Algunos creen que viene de la Edad Media. Era costumbre que cuando una mujer quería desposarse debía arrancar margaritas blancas sin mirar para formar un ramo. El número de capullos que cogía al azar era el que le diría si su futuro marido la quería y la cantidad de años que faltaban para la boda.
Sin embargo, otros creen que la tradición tiene un origen oriental. Se dice que los enamorados escondían un pétalo fresco de margarita en sus pantalones. Si al avanzar el día se mantenía fresco, significaba que la persona amada les correspondía. Pero si la margarita se marchitaba, quería decir que el amor estaba muerto. esta tradición llegaría con el tiempo a los países occidentales, aunque con el matiz de ir deshojando los pétalos mientras se decía” me quiere, no me quiere”.
No obstante, hay quienes apuestan por un origen celta. La cultura celta confería a las margaritas la posesión de los espíritus de niños muertos al nacer. Según la leyenda, Dios habría rociado estas flores para darles a los padres que habían sufrido la pérdida una imagen más bella. Puede que por ello, siempre se haya relacionado con la pureza y la inocencia y, en este sentido, con la pureza del amor que se siente por otra persona. Una pureza que también se ha asociado a la virginidad de la mujer. Al ir deshojando una margarita, es el destino el que nos dirá si esa mujer realmente nos va a entregar su amor eterno
Claro que no todas las acepciones que se han relacionado con esta planta a lo largo de la historia han sido positivas. Puede que alguna vez hayas escuchado que soñar con margaritas en otoño o invierno trae mala suerte. Pero además, cada color tiene su propio significado. Por ejemplo, las tradicionales margaritas blancas que deshojamos representan la belleza; las de color rojo o rosa el amor apasionado; las azules la felicidad; y las de varios colores la alegría. Con lo cual, si se está pensando en enviar margaritas a alguna persona especial, se debe pensar que dependiendo del color que se elija le estarás transmitiendo un mensaje u otro.
Realidad o no, es posible que nunca sepamos cuál es el origen cierto de deshojar margaritas. Pero lo cierto es que en la actualidad se encuentra instaurada en el mundo entero y que muchas veces cuando nos enamoramos tomamos una margarita y ponemos en marcha la rueda del azar. No importa si el resultado que obtenemos es negativo. Nada nos impide volver a coger otra y repetir el proceso hasta que quedemos satisfechos con la respuesta.